Difusión de información falsa de Dan Rather sobre
Venezuela y el presidente Hugo Chávez
Por Eva Golinger
Desde que al presidente venezolano,
Hugo Chávez, le diagnosticaron cáncer y le extirparan un tumor maligno de su
región pélvica en junio pasado, ha circulado todo tipo de rumores, mentiras y
especulaciones sobre su estado de salud. La mayor parte del despliegue
exagerado ha venido de conocidos medios de comunicación antichavistas, tales
como el Miami Herald y varios blogs en línea administrados por extremistas de
derecha como el ex subsecretario de Estado de Bush, Roger Noriega, quien ha
estado obsesionado con Chávez desde hace años. Todos citan fuentes anónimas que
dicen que tienen "información privilegiada" sobre la salud del
Mandatario venezolano.
No es de sorprender que esos medios
de comunicación, conocidos por sus distorsiones de la realidad de Venezuela
durante diez años, publiquen falsedades e historias morbosas sobre el
presidente Chávez. Pero que un veterano periodista de investigación serio como
Dan Rather, caiga en la narración de historias necrofílicas sobre el Presidente
venezolano es verdaderamente decepcionante.
Rather, quien ahora dirige su propio
show (Dan Rather Reports) en HDNet, publicó una información el
miércoles 30 de mayo que afirmaba que la salud del presidente Chávez está
"grave" y ha "entrado en la etapa terminal". Rather también
afirma que su fuente anónima de "alto nivel", que según él es cercana
al Presidente de Venezuela, le dijo que Chávez no va a vivir "más que un
par de meses como máximo".
En la breve información que
difundió, y a la que califica de “exclusiva”, Rather también participa con su
lenguaje sesgado llamando "dictador" al presidente democráticamente
electo de Venezuela.
¿Qué impulsó a Dan Rather a escribir
esta diatriba? ¿Por qué iba a engrosar las filas de Roger Noriega, de la
desgracia del The Miami Herald y de un montón de pseudo-periodistas que se
babean con sus sueños húmedos morbosos sobre el “decadente” estado de salud del
presidente Chávez?
Lo evidente es que Rather se
apresuró en apretar el gatillo para "disparar" su historia
"exclusiva". Justo el día antes, el presidente Chávez encabezó un
Consejo de Ministros transmitido en directo por televisión y que duró más de
cuatro horas. El Jefe de Estado venezolano apareció lleno de energía, optimismo
y se centró en sus funciones, e incluso cantó un par de canciones como es la
costumbre del ecléctico y carismático Chávez. Reafirmó su candidatura para las
elecciones presidenciales del 7 octubre. (¡Sí, Venezuela es una democracia!)
Eso dista mucho de estar en su "lecho de muerte", como Rather
implica.
El presidente Chávez sí tiene
cáncer. Fue el primero en informar sobre su estado de salud, y ha sido abierto
sobre su tratamiento y recuperación desde su primera operación en junio pasado
para extirpar el tumor inicial. Chávez luego se sometió a cinco sesiones de
quimioterapia, cuatro de las cuales fueron realizadas en Cuba. Estaba
recuperándose bien e incluso fue el anfitrión de una cumbre histórica
importante en Caracas en diciembre pasado para inaugurar la recién creada
Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en la que las 33
naciones de la región están representadas.
Pero a principios de febrero, Chávez
anunció que un segundo tumor, más pequeño, se había detectado en la misma área
en su región pélvica, y tuvo que ser extirpado. De nuevo volvió a Cuba para la
cirugía, y posteriormente recibió varias sesiones de radioterapia. Según
Chávez, no había metástasis, y ninguno de sus órganos resultó afectado. El 11
de mayo, regresó a Venezuela después de completar el tratamiento y expresó su
optimismo por su recuperación: "Ya en el avión... Rumbo a la Patria
venezolana. Con más optimismo que nunca! Viviremos y venceremos!", dijo
Chávez ese día en un mensaje en Twitter.
Desde entonces, el Presidente
venezolano ha participado en varias reuniones televisadas y llamado a varios
programas de noticias para discutir sus políticas y proporcionar información
actualizada sobre su estado de salud. Ha admitido que ya no puede ser el
"caballo de trabajo" que era antes, y que ahora debe limitarse a una
jornada de 8 horas, asegurándose de mantener su dieta y dormir bajo control.
Pero antes de su problema de salud, Chávez era un súperpresidente, que aparecía
en la televisión en actos públicos durante horas - a veces hasta ocho horas - y
participaba en tres o cuatro actividades diarias, a menudo en diferentes partes
del país. Apenas dormía y bebía cantidades excesivas de café negro con azúcar.
Trabajaba hasta la madrugada escuchando todas las voces y atendiendo todas las
solicitudes. Su nivel de energía era extremo, como era su ansiedad y compromiso
de continuar la reconstrucción de Venezuela, y asegurar que sus políticas
redujeran la pobreza y atendieran a los más necesitados.
Ahora, Chávez es candidato
presidencial para un tercer periodo, y su ritmo ya no es extremo, pero sin duda
está a la par o por encima de sus homólogos. Incluso durante su tratamiento de
cáncer, el presidente Chávez estuvo a la altura de sus funciones, informando al
público a través de la televisión y de Twitter acerca de las cuestiones
presupuestarias y de los nuevos proyectos en marcha. Nunca dejó caer la pelota,
a pesar de la gravedad de su situación.
Chávez tiene cáncer, y está
combatiéndolo duro, con la misma fuerza que ha utilizado para impulsar su
nación hacia adelante, y a menudo contra los obstáculos más difíciles. Pero el
presidente Chávez no está "fuera del juego", como Dan Rather implica
con morbosidad. Las encuestas lo muestran con ventaja de dos dígitos sobre el
candidato presidencial de la oposición, Henrique Capriles Radonski, un
neoconservador conocido por su papel violento en el golpe de estado contra
Chávez en abril de 2002. La mayoría de los venezolanos conocemos - y amamos -
al presidente Chávez por su inmensa humanidad y su apasionado compromiso con el
mejoramiento de sus vidas. Y van a votar por él otra vez.
Dan Rather, siempre ha insistido en la necesidad de
tener "valor" a la hora de reportar, sin embargo, demuestra cobardía
y ambición descuidada apresurándose a publicar información no confirmada sobre
la salud del presidente Chávez, y revendiendo epítetos difamatorios para
describir al Jefe de Estado venezolano. También demuestra una completa falta de
respeto a la humanidad del presidente Chávez perpetuando rumores terribles
sobre su mortalidad. El señor Rather parece haber olvidado su ética y
principios periodísticos, y ha elegido - por lo menos en este caso - ser un
peón del periodismo amarillista.